



vivienda unifamiliar en sariego
Obra nueva
El Moral, Sariego
El diseño de la vivienda se sustancia a partir de condiciones ya dadas por la parcela y el entorno. Como rasgo primero y más claro, la zona edificable para la vivienda es solamente la franja norte de la finca, lo que conduce a crear un elemento arquitectónico que presida el conjunto, pues el resto de la finca es de grandes dimensiones. La voluntad general del edificio es, en sí, crear paisaje.
Las vistas en la lejanía, son bellas, típicamente asturianas. Recíprocamente, la vista cercana del objeto arquitectónico busca también ser marcadamente asturiana. Esto es producto de largas reflexiones con la Propiedad acerca de la propia naturaleza de la casa. En un paisaje amenazado con deteriorarse fuertemente a causa de las viviendas genéricas tipo “chalet” convencional, la presencia de esta casa debe pasar relativamente desapercibida en el panorama. Por lo tanto se recurre a una forma “limpia” y clara, fácil de ver, prismática, como lo eran en su mayoría las viviendas asturianas previas a la explosión edificatoria de los años 70-80.
Planta de la vivienda con garaje y piscina:

Esta lógica de aperturas con diferentes intenciones tiende a relacionar el interior y el exterior de la casa prolongando los espacios interiores y buscando amplitud visual. De esta forma, surge, por ejemplo, una terraza con una morfología parecida al portal de la antigua casa mariñana. Aunque los espacios tipo porche o terraza tienen cierto sentido en la arquitectura típica asturiana (por ejemplo las antojanas bajo galerías y los corredores de las casas indianas), el portal está muy enraizado con la arquitectura popular debido a sus características de resguardo frente al viento y la lluvia. En algunos casos, es el punto más señalado del inmueble y así lo hemos querido tratar aquí, descartando el simple porche “visera” estilo americano y creando un auténtico portal de tradición asturiana.
Planta de situación:

El hecho de que la vivienda presida el conjunto de la parcela, unido a que el sur se encuentra hacia el frente, y que hacia atrás exista un chalet, conduce de manera natural a que la mayor apertura de la casa sea hacia delante.
Esta apertura se matiza mediante espacios semi-exteriores que son muy naturales en el ámbito asturiano -antojanas, portales o corredores tradicionales- por motivos puramente climáticos. Las aperturas a norte, este y oeste son mucho más relativas.
Ficha de características:
Estado:
En construcción
Tipo de proyecto:
Obra nueva
Localización:
La Moral, Sariego.
Periodo:
Septiembre 2021 - Actualidad
Superficies Vivienda:
Útil - 112 m2
Construida - 135 m2
Superficies Garaje:
Útil - 44 m2
Construida - 50 m2
Desarrollo de la propuesta:
La relación de la casa como objeto dentro del paisaje busca ser silenciosa y modesta, eligiendo deliberadamente la configuración de cubierta a dos aguas más simple que se ha podido pero teniendo buen cuidado de que esa cubierta adquiera carácter sirviendo de unión entre el volumen de la vivienda y el volumen del garaje. La elección de colocar la vivienda y el garaje en un mismo eje este-oeste permite que casi todas sus estancias miren hacia el sur, presidiendo la parcela y dotando al conjunto de una forma predominantemente alargada en dicho eje y estrecha en el eje norte-sur

La separación del volumen garaje del volumen vivienda genera espacios intermedios muy ricos, como la plazoleta intermedia o el camino asoportalado de acceso a la vivienda, así como el camino que conecta ambos volúmenes y termina en la piscina, al sur.
La apuesta fundamental de esta vivienda es organizar las diferentes funciones de una forma simple y elegante que responda de la manera más razonable a una serie de factores. Se puede describir la casa como un centro fuerte y unos laterales secundarios que se corresponden vagamente con zona central de día y ambos lados como zonas de noche. Esto tiene como primera virtud la supresión de circulaciones tipo pasillo que en sí mismas no son deseables.
El acceso a la casa ocurre lógicamente desde el Este, puesto que en esa orientación se encuentra la vía pública. Para los automóviles esta entrada es frontal; para los peatones, solo en parte.
Si accedemos a pie, en cuanto entremos en la parcela la propia dinámica del espacio nos invitará a girar hacia la izquierda, descubriendo en diagonal el espacio abierto de la finca. Tanto en la zona de delante del garaje, como en la plaza pasante que existe entre garaje y vivienda, o incluso al entrar ya en la vivienda, todo el espacio se abre hacia el sur, causando un marcado efecto en diagonal hacia el suroeste.
Vistas exteriores:

Además, con respecto a los huecos, la vivienda se abre más hacia el sur que hacia cualquier otro punto cardinal. Los huecos hacia el norte son escasos y se sitúan estratégicamente de manera que no miren directamente a la casa vecina. Los huecos hacia el oeste aparecen únicamente en el alzado oeste de manera que tengan la vista despejada hacia las parcelas colindantes agrícolas. Los huecos hacia el este son meramente funcionales – la entrada a la vivienda y la ventilación del baño principal.

El patio pasante actúa también como una especie de recibidor exterior para las visitas, que no necesariamente han de cruzar por el interior de la vivienda, sino que pueden recibirse en este lugar y conducirse a continuación hacia el jardín. En sí, se constituye como un espacio exterior amigable que puede usarse de muchas maneras, con el fondo visual de la finca como paisaje, y una pequeña chimenea exterior que facilita su uso en el clima de Asturias.
El portal de la vivienda, inspirado en las casas mariñanas tradicionales, desde el interior actúa como un mirador, que enmarca y estabiliza la visión de la finca, como un inmenso cuadro. Además, tiene un tamaño lo bastante grande como para alojar una mesa y unas sillas al resguardo de la brisa y la lluvia.
Bajo la premisa de una figura alargada en planta y una cubierta simplemente a dos aguas que en sí no suponen nada fuera de lo común, se aprovecha para concentrar el esfuerzo del diseño en depurar la forma de toda carga superflua y crear prácticamente una abstracción de la casa tradicional asturiana, como si ésta se reencarnase en una construcción del siglo XXI. Por esta razón, en el paisaje simplemente aparece una casa blanca con cubierta de teja que no es una casa antigua encalada de blanco pero tiene una presencia y una masa equivalente.
Todo esto, se basa en lo que podemos llamar “los invariantes” de la arquitectura asturiana, es decir, volúmenes rectangulares a dos aguas con partes de la fachada que “reaccionan” volumétricamente apareciendo portales, corredores, galerías, balcones, etc.
Los faldones de la cubierta, por su claridad y dimensiones, adquieren un papel expresivo propio, como unas grandes “tapas” que dominan el volumen de la vivienda, huyendo radicalmente de la silueta “multitejado” de los chalets convencionales que plagan el paisaje actual de Asturias.
Vistas interiores:
